¿quien ha movido el suelo? & Mooney, el loco 1 y 2

by marchu


Era la alfombra lo unico que veia. habia sido desenrrolladapor completo, y ocupaba el patio d etapia a tapia.
Lo que sucedio a continuacion fueron solo unos segundos, pero o bien la mente se le estaba iluminando rapidamente o al parecer los instantes hacian novillos, porque Cal parecia tener todo el tiempo que le fuese preciso...
Tiempo para apreciar lo asombrosamente intrincado del dibujo extendido bajo el; una sobrecogedora prolificacion de detealles exquisitamente ejecutados. el tiempo le habia quitado viveza a los colores de tejido, suavizando el bermellon hasta convertirlo en rosa y el cobalto en azul pastel, y aqui la alfombra se veia deshilachada; pero a pesar de todo desde donde cal se balanceaba el efecto seguia siendo abrumador.
Cada centimetro de alfombra estaba trabajada con bellos motivos. incluso la cenefa rebosada de dibujos, cada uno sutilmente diferente de los de alrededor. el efecto no resultaba recargado; todos los detalles se aprecian con claridad ante los complacidos ojos de cal. en cierto lugar una docena de motivos que congresaban formando un grupo; en otro permanecian separados, como hermanos rivales. unos estaban situados a lo largo de la cenefa; otros se desperdigaban por la zona principal, como si estuvieran ansiosos por reunirse con el enjambre numerosisimo que proliferaba por doquier..
En el mismo centro habia cintas de colores que formaban arabescos sobre un fondo de provocativos colores verde y marron, formas que eran pura abstraccion -brillantes garabatos sacados del diario de algun salvaje- y que se codeaban con una flora y una fauna estilizadas. pero esta complejidad palidecia al lado de la parte central de la alfombra: un enorme medallon de colores tan variado como un jardin en verano dentro del cual cien sutiles geometrias habian sido sabiamente entretejidas, de tal manera que el ojo podia leer cada dibujo como una flor, teorema, orden o remolino, y hallar cada eleccion repetida , tal que un eco, en algun lugar del grandioso diseño.
Cal vio todo aquello de un solo y prodigioso vistazo. a la segunda mirada la vision que se extendia ante el empezo a cambiar.
Por el rabillo del ojo noto que el resto del mundo - el patio y los hombres que lo ocupaban , las casas, de la tapia de la que el se habia caido- se estaba apagando y dejando de existir. de pronto se encontro colgando en el aire; la alfombra se agrandaba por momentos bajo el y las gloriosas configuraciones de la misma le llenaban la cabeza.
El dibujo iba cambiando, por lo que pudo ver. los motivos parecian inquietos, temblaban como si quisieran escaparse, y los colores se fundian unos con otros, de modo que de aquel matrimonio de tintes surguian nuevas formas.
Por inverosimil que pareciera, la alfombra estaba cobrando vida.
Un paisaje -o mas bien una confusion de paisajes colocados juntos en un fabuloso desorden- empezaba a emerger de la urdimbre y de la trama, ¿no era aquello una montaña que cal veia debajo suyo, una montaña cuya cima se abria paso hacia lo alto a traves de una nube de color? ¿y no era aquello otro un rio? ¿y acaso no se oia el rumor que producia el agua al caer en blancos torrentes en un barranco ensombrecido?
Habia un mundo bajo el.
Y de pronto cal era un pajaro, un pajaro sin alas que revoloteo durante un instante sin aliento sobre un viento balsamico y dulcemente perfumado, unico testigo del milagro que dormia alla abajo.
A cada latido del corazon habia algo mas que cal captaba con la mirada.
Un lago con miriadas de islas salpicando las placidas aguas, como ballenas que se abrieran paso. una colcha moteada de campos, con las hierbas y granos barridos por las mismas oleadas de aire que lo mantenian a el en alto. bosques de terciopelo que trepaban arrastrandose por la lisa ladera de una colina, en cuyo pinaculo se erguia una atalaya con paredes blancas bañadas por el sol, y sombra de las nubes.
Habia tambien otras señales de vida, aunque no se veia el menor rastro de gente propiamente dicha . un racimo de viviendas que abrazaban el recodo de un rio; varias de ellas semejantes a escarabajos, situadas a lo largo del borde de un precipicio desafiando la gravedad. y habia tambien una ciudad, pesadilla de un urbanista, que yacia con la mitad de las calles formando una serpentina desesperada y la mitad a base de callejones sin salida.
Cal noto que la misma desenfadada indiferencia por la organizacion se hacia evidente por doquier. zonas fructiferas y zonas aridas se entremezclaban desafiando todas las leyes geologicas y climaticas, como si aquello fuera obra de un dios poseido por el espiritu de la contradiccion.
Que estupendo podria ser caminar por alli penso cal, por toda aquella variedad comprimida en tan poco espacio, sin saber si a la vuelta de la esquina encontraria hielo o fuego. Tal complejidad estaba afuera del alcance del ingenio de un cartografo. estar alli, en aquel mundo, seria vivir una perfecta aventura.
Y en el centro de aquella region retoñante, quiza la vision mas sobrecogedora de todas: una masa de color pizarra en forma de nube cuyas entrañas estaban en perpetuo movimiento espiral. aquella vision le recordo los pajaros que daban vueltas en el aire por encima de la casa de la calle rue, como un eco de esta otra rueda mas grande.
Al pensar en ellos y en el lugar que habia dejado atras, cal oyo unas voces, y en aquel momento el viento que habia estado soplando hacia arriba desde el mundo de abajo, manteniendolo a el en alto, desfallecio. primero sintio el horror en el estomago y luego en las entrañas, iba a caer.
El tumultoso sonido de los pajaros se hizo mas fuerte, cacareando el placer que les proporcionaba la caida de cal. este, el usurpador del elemento que ellos ocupaban, el que habia robado un vislumbramiento de milagro, ahora iba a precipitarse hacia la muerte contra el mismo milagro.
Se puso de pie haciendo una mueca de dolor y dirigio los ojos al suelo. el tejido de la alfombra se estaba haciendo el mudo. no habia ningun temblor revelador en las filas de dibujos, no parecia que ninguna señal de ocultas alturas y profundidades fuera darse a conocer. ni tampoco los otros daban muestras de haber visto nada milagroso. a todos los efectos y propositos la alfombra que tenia debajo de los pies era sencillamente eso: una alfombra.
¿que era lo que acababa de experimentar? ¿una alucinacion ocasionada por el exceso de sol? ¿o por un desmayo demasiado escaso? si era asi, habia resultado asombrosamente real.
De lo ultimo en suma, que podia estar seguro era de sus magulladuras. de eso y del hecho de que, a pesar de que no se encontraba a mas de tres kilometros de la casa de su padre, y en la ciudad en que habia pasado la vida entera, sentia tanta nostalgia como un niño perdido.


Cal estaba asustado como nunca lo habia estado antes en su vida. se encontraba en su habitacion, cuya puerta estaba cerrada con llave y temblaba.
El temblor habia comenzado pocos minutos despues de los acontecimientos de la calle rue, hacia ya cosa de veinticuatros horas, y no daba excesivas muestras de ir a cesar. a veces hacia que le temblasen tanto las manos que apenas podia sostener el vaso de whisky que habia acumulado entre ellas durante toda la noche, pasada casi sin dormir; otras veces le hacia castañetear los dientes. pero la mayor parte del temblor no salia al exterior, se quedaba dentro. era como si, de alguna manera, las palomas se le hubieran metido en el vientre y estuvieran batiendo las alas contra sus entrañas.
Y todo por que habia visto algo maravilloso y notaba en los huesos que su vida nunca mas volveria a ser la misma. ¿como podia serlo?. habia trepado el cielo y desde arriba habia tenido ocasion de contemplar el lugar secreto que habia estado esperando hallar desde la infancia.
Siempre habia sido un niño solitario, tanto por eleccion propia como movido por las circunstancias; los momentos de mayor felicidad que habia tenido eran aquellos en los que podia dar rienda suelta a la imaginacion y dejarla vagar libremente. costaba un poco emprender ese tipo de viajes. al mirar atras, le daba la impresion de que se hubiera pasado la mitad de sus dias escolares mirando por la ventana, transportando por un verso cuyo significado no era capaz de descubrir por completo, o por el sonido de alguien que cantaba en un aula distante hacia un mundo mordaz y remoto que el conocia. un mundo cuyos aromas eran transportados hacia su nariz por vientos misteriosamente calidos en un helado mes de diciembre; un mundo cuyas criaturas le rendian homenaje ciertas noches a los pies de la cama, y con cuyos pueblos el conspiraba en sueños.
Pero a pesar de lo familiar que resultaba el lugar y del consuelo que sentia alli, la precisa naturaleza de aquello y su localizacion seguian mostrandose evasivas, y aunque cal leia cuantos libros encontraba que prometian tratar algun tema extraño, siempre acababa decepcionado. eran demasiado perfectos, aquellos reinos de la infancia; todo miel y verano.
El verdadero pais de las maravillas no era asi, el lo sabia. habia tantas sombras como luz del sol, y los misterios solo podian desvelarse cuando el ingenio de uno estaba casi agotado y la mente a punto de estellar.
Ese era el motivo por el que cal temblaba ahora, porque asi era como se sentia. como un hombre cuya cabeza esta a punto de abrirse en dos.
Se habia levantado temprano, se sento en la cama para repasar otra vez los acontecimientos en la calle rue con la esperanza de que los misterios del dia anterior acabaran por hacersele mas claros.
Le servio de poco. de cualquier modo que los considerase, aquellos acontecimientos parecian impenetrables ante cualquier explicacion racional; se quedo a solas con aquel recuerdo, tan afilado como una navaja de afeitar, de la experiencia, del dolor, y del anhelo que lo acompañaba.
Todo lo que siempre habia deseado estaba en aquella tierra. cal se daba cuenta. todo aquello en lo que su educacion le habia enseñado a creer, todos los milagros, todo el misterio, toda la sombra azul y todos los espiritus de dulce aliento. todo lo que las palomas sabian, todo lo que el viento sabia, todo lo que el mundo humano habia tenido en su poder en otro tiempo y ahora habia olvidado, todo ello esperaba en aquel lugar. el lo habia visto con sus propios ojos.