Melancólicamente lo imaginaba en aquel viejo parque, con la luz crepuscular demorándose sobre las modestas estatuas, sobre los pensativos leones de bronce, sobre los senderos cubiertos de hojas blandamente muertas. A esa hora en que comienzan a oírse los pequeños murmullos, en que los grandes ruidos se van retirando, como se apagan las conversaciones demasiado fuertes en la habitación de un moribundo; y entonces, el rumor de la fuente, los pasos de un hombre que se aleja, el gorjeo de los pájaros que no terminan de acomodarse en sus nidos, el lejano grito de un niño, comienzan a notarse con extraña gravedad. Un misterioso acontecimiento se produce en esos momentos: anochece. Y todo es diferente: los árboles, los bancos, los jubilados que encienden alguna fogata con hojas secas, la sirena de un barco en la Dársena Sur, el distante eco de la ciudad. Esa hora en que todo entra en una existencia más profunda y enigmática. Y también más temible, para los seres solitarios que a esa hora permanecen callados y pensativos en los bancos de las plazas y parques de Buenos Aires.
Porque, además, cuando hago discursos sobre filosofía o se los escucho a otros, no sólo me instruyo, sino que disfruto enormemente. En cambio, cuando escucho los discursos de los ricos y de los hombres de negocios, personalmente me aburro mucho y me da pena por ellos, porque creen estar haciendo algo de valor, cuando lo que hacen no tiene la menor importancia. Cierto que ellos, por su parte, creen que yo soy un desgraciado, pero yo, en cambio, no creo simplemente tal cosa de ellos, sino que lo sé con absoluta certeza.
Respecto de todas las ciencias, artes, habilidades y oficios vale la convicción de que para poseerlos se necesita un reiterado esfuerzo de aprendizaje y de ejercicio; y que, si bien todos tienen ojos y dedos, y se les proporciona cuero e instrumentos, no por ello están en condiciones de hacer zapatos. En lo referente a la filosofía, en cambio, parece ahora dominar el prejuicio de que cualquiera sabe inmediatamente filosofar y apreciar la filosofía porque para ello posee la medida en su razón natural, como si cada uno no poseyera también en su pie la medida del zapato.
'Cuando existe amor por sobre todas las cosas podemos soltar, podemos ser y dejar ser,
podemos perdonar; el amor nos eleva, nos ilumina, nos da vida, nos saca una sonrisa en
tiempos difíciles, nos abre los ojos y el corazón. Hace que nuestra existencia encuentre
un sentido más puro, más sublime...El amor es la energía más fuerte y poderosa que existe...'
Muchas veces me pongo a pensar en el significado profundo de la palabra NO. Y me asusta.
Me asusta porque la siento como una prohibición, como una fuerza que para las cosas, frena, saca. No hace fluir, ni hace crecer, ni enriquece.
No quiero
No puedo
No se
Son expresiones que en algún lejano rincón las siento como en contra del vivir. Y paralelamente pienso en que la humanidad se preocupa mucho por no equivocarse, para evitar sufrir, para evitar dolor, y ahí emplean el No. Ante la incertidumbre, siempre el no, ante la inseguridad siempre es no. El No esta en contra del arriesgo, el arriesgo es aventura, las aventuras son experiencias, y el conjunto de experiencias, la vida.
En esas decisiones que se toman tratando de no equivocarse, se olvidan de vivir, y siguen en sus sillones viejos y cómodos porque les hacen creer que la vida es mas linda así, cómoda. Mientras se olvidan que están dando respuestas No sin saber realmente lo que pasaría si dirían Si. Pero el miedo pesa mas. El miedo es el No. Y la gran verdad, la mas simple, es que lo único que sabemos con total seguridad, es que algún día nos vamos a morir. The end, game over. Y la segunda gran verdad que le sigue, es que eso es lo que nos tendría que dar miedo. El que esto se acabe, el que se pare el carro, el no tener mas oportunidad de nada.
El No lo responde la mente. Pero en algún momento, lo puede decir el cuerpo, eso me da miedo. Por eso en mi caso valoro mucho mi juventud. Pienso que a cada hora voy a tener la piel menos suave, la vista se va a borrar cada día un poco mas, los oídos se me van a ir tapando, los huesos debilitando. Me da miedo un futuro día querer correr y no poder. Por eso todas las oportunidades que tenga de decir si, digo si y vivo esta vida. Aveces choco contra todo, aveces no entiendo que hago, pero no me pierdo de nada.
Mi mente va a decir siempre que Si, hasta que mi cuerpo diga que No.
last dinner 20 13. enjoy
Entre amigas y demases. Me pidieron que durante los ultimos cinco minutos del año piense que era lo que no quiero mas, de lo malo que paso que no tiene que repetirse y no supe que decir, se que fue mucho. Pero tengo todo un año para planificar y HACER lo que si quiero que pase. Eso que todos buscamos ser, sentirnos felices. Desde que empezo este año hace dos dias, no pare de pensar en la de idea de no inquietarme con cosas que me perjudiquen, y aunqe solo pasaron dos dias ya lo empeze a implementar y lo siento distinto. Se que la frase 'es otro año, es otra historia' no la voy a seguir repitiendo mucho mas, por ahora esta todo bien. Solo hay que mejorarlo. Avanzar. Evolucionar.
© Filosofia del Jardin. Powered by Blogger and Manifest. Converted by LiteThemes.com