Linea de intercambio

by marchu

Vaya a sabes por que cuestion genetica, psicologica o cultural, las mujeres (a cualquier edad) siempre queremos meternos en la cabeza del otro. Nosotras nesecitamos saber que piensa el otro, que siente, que sentira. Ellos muy por el contrario, prefieren llamarse al silencio... quiza porque son mas astutos y saben -muy bien- que cualquier cosa que digan sera usada en su contra



Hormonas. Segun parece, en ultima instancia (y desde la particular vision de esos expertos americanos que todo se lo atribuyen a tal o cual emanacion quimica del cuerpo), la culpa del historico malentendido entre los sexos la tienen... ¡las hormonas!. Asi, la misma testoterona que hizode los señores bichos de accion capaces de enfrentar a un yak enfurecido en plena era de hielo los torno tambien poco proclives a la palabreria. A la inversa, parece que nosotras la mimosa oxitocina nos doto tambien de una empatia militante que nos lleva a querer intimar hasta con el verdulero y siempre termina en conversacion, mucha conversacion. Hasta aqui, la explicacion. Un tanto sosa, por cierto. Y no solo porque conozco varones que se hablan la vida y señoritas silentes como lapidas, si no porque (ya pasados los yaks salvajes y demas argumentos biologicistas)
Ladies and gentlemen seguimos enfrascados en una lucha a muerte por la emision de sonidos. Nosotras queremos conversarlo todo: desde las elecciones en etiopia hasta la pose preferida... Ellos, por el contrario retracean frases a punto tal de hacer de cada charla una encuesta callejera sobre intencion de voto. El punto es que, asi como estamos, todavia tenemos el tupe de querer pasar juntos algo mas que un par de noches. Cuestion que loras y muditos emparejados, compartimos jaula por unos cuantos años y en pie de guerra cada vez que debemos poner en palabras nuestros puntos de vista. Para nosotras todo es un temay por ende merece ser enlatado en forma de sustantivos, adjetivos y adverbios. Para ellls, no. Y , de echo, cuando mas les importe algo, menos fonemas le habran de dedicar. ¿Como te das cuenta entonces de que alguien esta loco por vos?, simpre: porque no habla. Los varones son mudos opcionales cuyo silencio no podria ser mas sonoro. El gran problema surge cuando nosotras -fieles a nuestra tradicion palabrera- pretendemos hacerlos confesar. Nos enroscamos en interrogatorios al mas puro estilo guerra fria y nunca aceptamos un "nada" como respuesta. "¿Por que tenes esa cara? ¿Que te pasa?", dispara ella. "Nada", responde indefectiblemente el. Y, en algun punto, es la pura verdad. En el 90% de los casos no les pasa nada... de lo que quieran conversar. Prefieren resolver pensando, haciendo o no, pero no por la tan femeninavia de la locualidad. ¿Cual es mi humilde propuesta entonces para que la paz y la armonia vuelvan a reinaren los hogares nativos? Simple: que, cuando vos emitas el famoso "tenemos que ahbalr", mentalmente agregues delante de esa frase "las mujeres". De este modo, sabiendode antemano que de lo que se trata no es realmente de charlar sino mas bien de dar rienda suelta a un instinto femenino basico, el no se sentira abrumado por lo voluminoso de tus dichos ni vos, por lo irreversible de su silencio.